Que no se vea, no significa que no exista. Es el modus operandi de la diplomacia vaticana, presente en muchas partes del mundo, sobre todo, en mitad de los conflictos.
Fue lo que explicó el arzobispo Gallagher en la Universidad de Lublin. Habló de cómo funciona internamente la diplomacia de la Santa Sede. También, de uno de sus pilares: la discreción y el silencio en muchas de sus acciones.