Desde noviembre a febrero los obispos de Estados Unidos se reunirán por grupos con el Papa y los responsables de la Curia del Vaticano. Es la llamada “visita ad limina”, que todos los obispos del mundo deben realizar periódicamente a Roma. El objetivo es intercambiar impresiones con el Vaticano sobre el estado de la Iglesia local.
El primero de los 15 grupos de prelados norteamericanos ya se reunió con el Papa.
Los católicos en Estados Unidos son casi el 21% de la población, más de 65 millones de personas. Es el cuarto país con más católicos del mundo.