En Murcia, España, se ha vivido un fin de semana de enfrentamientos y tensión tras la agresión a un jubilado presuntamente realizada por parte de unos jóvenes inmigrantes magrebíes.
El obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, condenó los hechos. Destacó el trabajo de la Iglesia local y condenó la violencia.
Sabemos que la violencia nunca arregla nada ni es una solución de nada, al contrario, crea intranquilidad y más en un pueblo que se ha distinguido siempre porque ha dado trabajo, por la convivencia y por la integración.
Las autoridades locales y la comunidad religiosa piden calma.