El domingo por la mañana el Papa celebró misa con los nuevos cardenales. Allí reflexionó sobre la humildad de la Virgen María; una característica que hoy en día, señaló, brilla por su ausencia.
"Vemos, por desgracia, en torno a nosotros, cómo la pretensión del primer pecado, el de querer ser como Dios, sigue haciendo daño a la humanidad."