Francisco y Karekin II encabezaron un encuentro ecuménico y una oración por la paz desde la Plaza de la República de Ereván el sábado por la tarde.
Francisco habló a los fieles de la otra confesión como "hermanos” y remarcó que el objetivo de este encuentro ecuménico no era un simple "intercambio de ideas” sino buscar la unidad.
El Papa también recordó los sufrimientos del pueblo armenio y pidió a los jóvenes que sean constructores de paz y que olviden cualquier deseo de venganza.