Padre Martín Lasarte: Muchas realidades eclesiales, después de 40 ó 50 años, están pagando las consecuencias de una pastoral infecunda. No se ha invertido en el catecumenado, no se ha invertido en comunidades cristianas más auténticas, en los sacramentos, en la catequesis, en el Kerygma, y lógicamente después de 40 ó 50 años son comunidades que no tienen vocaciones.