Los peregrinos volvieron a la plaza de San Pedro el día después de Navidad para el Ángelus de Francisco desde la ventana de la antigua residencia de los papas. Como era la fiesta de la Sagrada Familia, pidió prestar especial atención a las relaciones entre los padres e hijos. Sobre todo, que se aprenda a escuchar a los demás.
"Es peligroso cuando, en lugar de escuchar, nos culpamos mutuamente de los errores; cuando, en lugar de mostrar interés por el otro, nos fijamos en nuestras propias necesidades; cuando en lugar de dialogar, nos aislamos con nuestros celulares -es triste una familia que en la comida cada uno está con su propio teléfono, sin hablar entre sí".