Esta fue la primera aparición pública del Papa tras los ejercicios espirituales que realizó en Casa Santa Marta.
El Papa ofreció una sugerencia para vivir la Cuaresma, tiempo dedicado al ayuno y la penitencia: En esta cuaresma no hablaré mal de los otros, no diré chismes... Y esto podemos hacerlo todos, todos. Es un buen ayuno este. Y no olvidéis que será útil también cada día leer el Evangelio, llevar un pequeño Evangelio en el bolsillo, en el bolso y leer cuando se pueda, algún capítulo. Esto hace que abramos nuestro corazón al Señor.