El milagro de Candela Giarda: Candela tenía 11 años cuando en marzo de 2011 contrajo una enfermedad de encefalopatía que, por su gravedad, debió ser trasladada desde la ciudad de Paraná natal, en la provincia de Entre Ríos (este), a Buenos Aires, para internarse en la clínica de la Fundación Favaloro.
Su estado se agravó y, el 22 de julio de 2011, los médicos que la atendían explicaron que la niña ya no tenía expectativas de vida y que no pasaría de esa noche.
La noche del 22 de julio de 2011 un médico le dijo a Roxana, la madre de Candela, que la niña se moría. Desesperada, acudió a la parroquia Nuestra Señora de la Rábida, a escasos metros de la clínica, donde se encontraba el Padre José Dabusti, que fue a ver a la niña y la encomendó a Juan Pablo I . El milagro de Candela ha sido estudiado por la Comisión Médica del Vaticano que, en este caso, ha dado una sentencia unánime de curación de una enfermedad incurable por intercesión de Albino Luciani.