El último retoque a la plaza lo dio Juan Pablo II el 8 de diciembre de 1981, cuando inauguró este mosaico de la Virgen bajo la advocación de “Mater Ecclesiae”, Madre de la Iglesia y su lema “Totus Tuus”, “Todo tuyo”. Se inspira en una de las imágenes más antiguas que hay dentro de la basílica.
San Juan Pablo II decidió colocarlo para agradecer a la Virgen su intercesión por haberle salvado la vida en el famoso atentado del 13 de mayo de 1981.