La crisis en el norte de Etiopía no mejora. El 2 de noviembre el gobierno decretó el estado de emergencia después de que su rival, el Frente Popular de Liberación de Tigray anunciara la captura de dos ciudades clave.
Acceder allí es tremendamente complicado para la ayuda humanitaria y los periodistas. Se calcula que hay más de 5 millones de desplazados y los que se han quedado atrapados en la zona de conflicto están abandonados a su suerte.