El puesto de trabajo del producto destinado al Vaticano, registra 100 kilos de producto al día y esta tendencia se ha mantenido básicamente constante incluso con la elección del nuevo pontífice.Y no hay problema si se equivocan al escribir la dirección. Con que diga “para el papa” o “León XIV”, todos los que trabajan aquí saben perfectamente en qué buzón las tienen que dejar. En cuanto a quiénes escriben al pontífice, los sellos ya dan alguna pista: Sri Lanka, Ucrania o Japón.