Una de las personas que mejor conoce en el Vaticano la crisis de Irak es el cardenal Leonardo Sandri, que preside el departamento encargado de los Cristianos Orientales. En su opinión, el Papa viajará en marzo a Irak primero como gesto hacia los cristianos de esa región, que tanto han sufrido en los últimos años.
En 2014, milicianos del Isis expulsaron a miles de cristianos de su tierra y quemaron sus casas. Muy pocos han tenido el coraje de regresar.