“Il Cristo portacroce” pintado por Giorgio Vasari en 1553 y desaparecido desde el siglo XVII que apareció inesperadamente en una subasta en Estados Unidos. El actual propietario, un americano de identidad desconocida, ha cedido la obra hasta el 30 de junio a la Galería Corsini. Tras ser restaurada en un taller de Florencia, ha vuelto a Roma 400 años después. Este cuadro fue un encargo de uno de los banqueros y coleccionistas de arte más ricos del siglo XVI de Roma, Bindo Altoviti.