En 1959 el Papa Juan XXIII comunicó al mundo la convocatoria a un concilio, conocido como Concilio Vaticano II, ya que el primero había sido en 1871. Su principal finalidad era poner a la Iglesia Católica en sintonía con los nuevos tiempos que vivía la humanidad.
Desde febrero de 1959 a noviembre de 1962 tuvo lugar la etapa de preparación del Concilio, bajo la responsabilidad de la Curia Romana.
Lo inició Juan XXIII en 1962 y al fallecer lo continuó Pablo VI (1963-1965).
Asistieron 2.450 obispos.
El Concilio constó de cuatro sesiones: la primera de ellas fue presidida por el mismo papa a partir de octubre de 1962. Juan XXIII no pudo concluir este Concilio, ya que falleció un año después (el 3 de junio de 1963). Las otras tres etapas fueron convocadas y presididas por su sucesor, el papa Pablo VI, hasta su clausura el 8 de diciembre de 1965. La lengua oficial del Concilio fue el latín.
Documentos: Dei Verbum, Lumen gentium, Gaudium et spes y Sacrosanctum concilium.
Decretos: Ad Gentes, Apostolicam Actuositatem, Christus Dominus, Inter Mirifica, Optatam Totius, Orientalium Ecclesiarum, Perfectae Caritatis, Presbyterorum Ordinis y Unitatis Redintegratio.
Declaraciones: Dignitatis humanae, Gravissimum Educationis y Nostra Aetate.