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- Trujillo, (Cáceres - España)

La ciudad de Trujillo, localidad situada a unos 50 km al este de Cáceres, se asienta sobre un enorme batolito granítico, en el antiguo camino de Madrid.

Se trata de un importante complejo urbano conformado a partir de diferentes épocas y mentalidades arquitectónico-urbanísticas, cuyos testimonios han ello de ella una de las más importantes localidades de Extremadura, en lo que al patrimonio arquitectónico se refiere.

La población trujillana se reparte entre la ciudad de Trujillo propiamente dicha y las localidades de Huertas de Animas, Huertas de la Magdalena, Belén y San Clemente. Con testimonios sobre ellos ya desde el siglo XVI, estos arrabales han estado poblados por un vecindario fundamentalmente agrícola que se asentó sobre fértiles vegas como las de Papalbas, Valfermoso o Mimbreras.

Trujillo es el antiguo Turgalium romano, nombre de raíz celta. Es la denominación latina del topónimo correspondiente al primitivo castro indígena. Los diferentes testimonios epigráficos y funerarios hacen pensar que la Turgalium prerromana se convirtió, durante la ocupación romana, en una población de cierta importancia: Castras Juliae, tributaria de Norba Caesarina; muestra de ello son el elevado número de estelas funerarias romanas encontradas, algunas reaprovechadas por los musulmanes al construir el castillo.

Después de una época paleocristiana y visigoda, como queda constancia por los restos de una basílica visigoda, tras muros de la puerta de Coria, la dominación musulmana hace de Trujillo un importante enclave, que sólidamente fructificado, mantendrá una notable actividad, siendo testimonio de ella el mercado ganadero que se celebrara en la zona extramuros sobre la que después se habría de urbanizar la actual Plaza Mayor. Hacia el año 900 se inician las obras del Castillo y en el siglo XI están definitivamente configuradas las murallas, cuyo aspecto -al igual que el del Castillo- se modificará después de la Reconquista. Hay noticias de la existencia de al menos dos mezquitas, de las cuales se conserva algún resto.
El Castillo está emplazado en la parte más elevada del promontorio trujillano, y domina visualmente toda la ciudad. Construido originalmente en tiempos calífales y reformado tras la Reconquista, consta de un cuerpo cuadrado al que se adosan diferentes elementos de fortificación.

El segundo cuerpo del Castillo lo forma el albacar construído durante los siglos XIII y XIV, cuyo perímetro irregular alberga en su interior la ermita de San Pablo, edificada en el siglo XVI, que dispone de una sola nave dividida en tres tramos por arcos apuntados y cabecera poligonal. Las murallas, de cuyo origen musulmán apenas quedan restos, conforman un recinto rectangular de mampostería y sillería jalonado por diecisiete torres dispuestas a intervalos irregulares.

Al parecer, el recinto dispuso de siete puertas, de las cuales se conservan cuatro: la de la Coria, la del llamado Arco del Triunfo, la de San Andrés y la de Santiago. En el interior del recinto amurallado se conservan dos ejemplos del sistema de almacenamiento de agua de origen árabe. Nos referimos a la Alberca, depósito abierto destinado a diversos usos (baño, abrevado, etc.) situado en las proximidades de la iglesia de San Andrés, y a los Aljibes de la plazuela de Altamirano.

Dentro de la arquitectura trujillana de la villa, es necesario mencionar las grandes casas fuertes que formaban parte de la fortificación de la ciudad antigua:

El alcázar de Luis de Chaves el Viejo (s. XIV y XV), una de cuyas torres custodia la puerta de Santiago.
Casa de los Altamirano, conocida como el "Alcazarejo".
Defendiendo la puerta de San Andrés se halla la casa fuerte de los Escobar, de finales del siglo XV.
El Alcázar de los Bejarano, casa fuerte que custodiaba el llamado Arco del Triunfo.
La casa de Francisco Pizarro de Vargas. El edificio, en el que habría de nacer Gonzalo Pizarro padre del conquistador.
En la calle de Palomas se encuentra la casa de Francisco de Orellana, recia obra de mamposteria que se construye en el siglo XV.
En la misma calle y haciendo esquina con la de Naranjos se localiza la casa de los Chaves-Calderón, de la que es preciso destacar la portada y el balcón de esquina de la segunda mitad del siglo XVI
La casa solariega de los Rol Zárate y Zúñiga (s.XV), conocida popularmente como "casa de las Palomas" por tomarse como tales las tórtolas del escudo de los Rol.
La casa de los Alvarado, del siglo XV.
La casa de los Calderón, obra original del siglo XV, cuya reciente restauración ha alterado notablemente tanto la fachada como el patio.
Bajando desde el Castillo en dirección hacia la Plaza Mayor, nos encontramos con la Iglesia de Santiago, obra románica en sus orígenes. Debe destacarse del interior la presencia de altares y enterramientos con estructuras arquitectónicas góticas y renacentistas; el retablo mayor del siglo XVII y el popular Cristo de las Aguas, denominado así ya que es la imagen que la ciudad de Trujillo saca en procesión en épocas de sequias, obra del siglo XIV.

La iglesia parroquial de Santa María La Mayor está situada en la plazuela de Santa María, donde puede verse un busto en bronce de Francisco de Orellana, descubridor del río Amazonas...

 

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