Este podría haber sido el rostro de Santa Teresa de Jesús a sus 50 años, en un momento clave de su vida espiritual.
La obra es fruto de un estudio científico minucioso que se realizó estudiando los restos de la santa con motivo del 510 aniversario de su nacimiento.
Este trabajo se ha realizado utilizando las técnicas más modernas. Es fruto de un estudio iniciado en agosto de 2024, tras la apertura de su sepulcro que tuvo la aprobación del Vaticano. El trabajo involucró a expertos de universidades italianas y australianas.