Violeta, aunque criada en una familia católica, se ve metida en el mundo desde su juventud: fiestas, chicos, moda, Nueva Era... Tras recibir un golpe muy fuerte al romper con su novio, con el cual tenía expectativas de casarse y tener una familia, Violeta cae de lleno en el mundo y desprecia a la Iglesia. Acabará trabajando como guía turística, viajando mucho por el mundo y buscando la verdad en cualquier sitio. Un encuentro inesperado con un crucifijo en la catedral de Bilbao hará que toda su vida cambie.