El P. Joseph Mary Dean nació en una familia católica, con buena formación y Misa dominical, pero en la adolescencia se fue alejando de Dios, metiéndose en el mundo y cediendo al deseo de ser el más popular y al que todos buscan. Buscó fiestas, chicas, alcohol, drogas... Nada de esto le llenó, no le hacía realmente feliz... Pero, él había cambiado tanto que no se reconocía a sí mismo. Su padre le invitó a un retiro y fue solo porque milagrosamente consiguió los días libres en el trabajo. Ese retiro cambiará su vida.