Melisa Galarza nació en Ecuador. Desde pequeña estaba muy unida a su hermana menor, muy cercana en edad. En la universidad, su hermana menor tuvo una experiencia de conversión muy fuerte, a la vez que experimentó la llamada a la vida religiosa. Para Melisa, esto fue el comienzo de una auténtica batalla contra Dios por recuperar a su hermana. Pero la lucha cesó cuando, casi obligada a peregrinar a Lourdes, vivió una fuerte experiencia de la Virgen.