Inma Clari nació y creció en Valencia, en una familia católica por tradición. Ella iba a misa porque sus padres la llevaban, pero no llegó a hacer suya la fe. Después de un gran sufrimiento, se vio en la necesidad de buscar consuelo en Jesús. Se sentía empujada a ir a la Iglesia y a llorar frente a una imagen de Cristo. Desde ese momento, Inma empezará a encontrarse providencialmente con gente y con acontecimientos que, sin ella darse cuenta, la acercarán más al Señor y a Nuestra Madre.