Jesús sacramentado es el gran tesoro de nuestra fe. Cristo vivo entre nosotros. Realiza con amor pleno y entregado una comunión espiritual o de deseo en tiempos en los que, bien por no vivir en plena gracia o por imposibilidad física de poder recibir la Eucaristía, no puedas acercarte a recibir a Jesús sacramentado en la Santa Hostia.
Esta «Comunión espiritual o de deseo» fue compuesta por el amante santo de Jesús y María, San Alfonso María de Ligorio.