¡Viva Cristo Rey! Con este grito, san José Sánchez del Río alcanzó la palma del martirio. Este adolescente de catorce años, tan joven, pero a la vez tan valiente, tenía una firme convicción: su amor a Jesús le llevó a dar la vida por la defensa de la fe en México. Descubre en él toda una vida de entrega y amor a Cristo.