La valenciana Amparo Portilla Crespo, madre de 11 hijos, falleció en Madrid víctima de cáncer al pulmón en 1996, cuando tenía 71 años de edad. Cinco años después, el 17 de diciembre de 2001, la arquidiócesis de Madrid abrió su causa de beatificación, con el cardenal Rouco Varela presentándola como “una valenciana, ejemplar madre de familia”.
Ahora, al cumplirse 20 años de iniciarse la causa, el Papa ha aprobado el decreto que la declara Venerable por haber ejercido las virtudes cristianas en un grado heroico. Ya sólo se necesita un milagro por su intercesión para que pueda ser declarada beata.