Hoy 15 de abril, se conmemora la figura de San Telmo, considerado patrono de los marineros y navegantes.
Pedro González Telmo, más conocido como San Telmo, nació alrededor del año 1190 en Frómista (Palencia, España). Procedía de una familia noble y estudió teología en la Universidad de Palencia. A temprana edad se convirtió en canónigo de la catedral, pero un accidente durante una entrada triunfal en la ciudad lo hizo reflexionar profundamente sobre la vanidad y lo efímero de los honores mundanos.
Movido por una conversión interior, ingresó en la Orden de los Predicadores (dominicos), donde llevó una vida austera y dedicada completamente a la predicación. Se ganó gran fama como predicador itinerante por Castilla, Galicia y Portugal, combatiendo abusos de poder, predicando el Evangelio y promoviendo la justicia social. Aunque no fue papa ni obispo, su "pontificado espiritual" fue el de un apóstol entre los pobres y los navegantes.
San Telmo no fue canonizado formalmente mediante el proceso actual del Vaticano, pero su culto fue aprobado en 1741 por el Papa Benedicto XIV, lo que confirmó su veneración extendida desde siglos atrás, especialmente en España y Portugal.
Su legado es profundo: es considerado patrono de los marineros y navegantes, a quienes protegía tanto con su intercesión como con su presencia, pues muchos testimonios lo sitúan viajando en condiciones extremas del mar para asistir espiritualmente a los pescadores y tripulantes.
Además, es una figura muy respetada dentro de la tradición dominica, símbolo de humildad y servicio apostólico.