En este episodio, exploramos el deseo de plenitud que todos sentimos y de dónde proviene. Reflexionamos sobre cómo podemos pensarnos como Dios nos pensó y descubrimos por qué somos llamados a lo infinito, igual que Él.
Inspirados en las palabras de CS Lewis, cuestionamos: “Si tenemos un deseo que nada en este mundo puede satisfacer, es porque fuimos hechos para otro mundo”. Profundizaremos en momentos de dolor y confusión, recordando que siempre podemos volver al principio para redescubrir nuestra identidad como hijos muy amados de un Padre bueno.
Además, meditamos en las Catequesis de San Juan Pablo II, encontrando respuestas para nuestra vida y entendiendo que Dios nunca renunció a su plan de amor. ¿Fue el pecado original necesario? ¿Lo quiso Dios? ¡Lo descubrimos aquí!
Próximos episodios: Nos sumergiremos en más enseñanzas sobre la identidad, el amor y el propósito que Dios tiene para nosotros.