Al final del Regina Coeli, Francisco recordó la memoria de la Santísima Virgen María Auxiliadora, invitando a la Iglesia a unirse en oración con los católicos chinos
El pensamiento de Francisco, tras el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, se dirige a China. En sus palabras no falta la cercanía y el cariño a los católicos ante la conmemoración litúrgica de la Santísima Virgen María Auxiliadora, que cae el martes 24 de mayo. Es un aniversario muy sentido porque, según el Papa, "veneran a la Auxiliadora como su Patrona, en el Santuario de Sheshan en Shanghai, en numerosas iglesias del país y en sus hogares".
Esta feliz circunstancia me da la oportunidad de renovarles la seguridad de mi cercanía espiritual; sigo con atención y participación la vida y las vicisitudes de los fieles y pastores, a menudo complejas, y rezo por ellos cada día.

Oración por la Iglesia china
La invitación del Papa es que toda la Iglesia acompañe también a los fieles chinos con la oración:

Los invito a unirse a mí en esta oración, para que la Iglesia en China, en libertad y tranquilidad, pueda vivir en comunión efectiva con la Iglesia universal y ejercer su misión de anunciar el Evangelio a todos, ofreciendo así también una contribución positiva al progreso espiritual y material de la sociedad.

En 2008, el Papa Benedicto XVI compuso la oración a la Virgen María, encomendándole el destino de la Iglesia en China, y el año anterior también le había encomendado la China católica en una carta, pidiendo que el aniversario del 24 de mayo se convirtiera en un día de unidad y oración por la Iglesia del país en todo el mundo.