El Papa Francisco visitó el hogar “El Principito”, fue uno de los eventos más breves y emotivos del día. Todos los presentes eran jóvenes y niños huérfanos o sin hogar.

Le cantaron esta canción de Perales para darle la bienvenida. Es la segunda vez que suena esta canción, también sonó en su llegada al aeropuerto de Perú.

El director del centro quiso agradecerle su presencia en el centro. Un lugar a veces difícil y duro para los más pequeños. Muchos de ellos son víctimas de violencia física y sexual. Algunos fueron explotados en campamentos de mineros ilegales.

P. XABIER ARBEX
“Esta Región de la Madre de Dios es como una muestra de los conflictos que hay en el mundo entero, entre la explotación de los recursos y la conservación de nuestra Casa Común”.

Le brindaron esta representación teatral. Una dura descripción de la explotación de la naturaleza y la violencia. En ella explicaron cómo la fe puede restaurar alegría y fraternidad donde hubo dolor y tristeza.

La joven Dirsey, explicó cómo el hogar la ayudó a poder tener un futuro tras perder a sus padres en un accidente.

DIRSEY
“Hace 13 años perdí mis padres y otros familiares, cuando el auto que les llevaban de Puerto Maldonado a mi pueblo de Iberia, cayó a un río quitándoles la vida. FLASH Esta casa estuvo en seguida dispuesta a brindarme todo el apoyo y el amor, al igual que para otras chicas o chicos huérfanos o victimas y que, en adelante, formaron mi nueva familia”.

Francisco les confesó que no podía irse de Puerto Maldonado sin haberlos visitado antes.

FRANCISCO
“Son nuestro tesoro, el de todos nosotros, el tesoro más preciado que tenemos que cuidar. Perdonen las veces que los mayores no lo hacemos o que no les damos la importancia que merecen. FLASH Sé que algunos de ustedes a veces están tristes por la noche. Sé que echan de menos al papa o la mamá que no está, y sé también que hay heridas que duelen mucho”.

Les pidió que no renunciaran al legado de sus abuelos y que lucharan por su tierra, por sus orígenes y a hacerlo con orgullo.

FRANCISCO
“El mundo los necesita a ustedes, jóvenes de los pueblos originarios, y los necesita tal y como son. No disfrazados, sino como son ustedes” tal y como son. No se conformen con ser el vagón de cola, nunca hay que ser el vagón de cola. Los necesitamos como motor”.

Los niños escucharon atentamente las palabras de Francisco.

FRANCISCO
“Les pido un favor, que recen por mi y gracias por ser las estrellistas que iluminan en la noche”

El Papa recibió varios regalos. Entre ellos, un rosario hecho de semillas de la tierra, un dibujo realizado por alumnas del pueblo harawi.

Por su parte, el Papa les regaló este cuadro de la Virgen del Buen Reposo. Una imagen de la Virgen María abrazando al niño Jesús, como muestra de calor y amor de la familia.

Y así como lo recibieron, lo despidieron, con música.

Fue una visita breve, pero seguramente una visita que jamás olvidarán.