Desde el Aula Pablo VI, Audiencia General del Santo Padre, el miércoles 8 de enero de 2025.

El papa Francisco la dedica la primera catequesis del 2025 a los niños y a denunciar la la lacra del trabajo infantil, haciendo un paréntesis en el ciclo que inició en diciembre sobre el tema “Jubileo 2025 - Jesucristo nuestra esperanza”: “La Sagrada Escritura nos dice que los hijos son un don de Dios, pero también describe situaciones en que los niños no han sido amados ni respetados, llegando incluso a ser perseguidos y martirizados. Esta es una triste realidad que se sigue repitiendo hasta el día de hoy. Pensemos cuántos niños están muriendo a causa del hambre, de las catástrofes, de las enfermedades y de las guerras”.

Después, el Papa lo deja claro: “Siguiendo el ejemplo de Jesús, los cristianos no debemos permitir que los niños sean maltratados, heridos o abandonados”, de hecho, exhorta a “prevenir y condenar con firmeza cualquier abuso que puedan sufrir los menores”: “Quisiera destacar especialmente el flagelo del trabajo infantil, que borra las sonrisas y los sueños de los niños, e impide que desarrollen sus talentos. Los niños ocupan un lugar privilegiado en el corazón de Dios y, quien les haga daño, tendrá que rendirle cuentas a Él”.

Y es que, para Francisco, nos encontramos en el siglo que mira hacia Marte y hacia mundos virtuales, pero le cuesta mirar a este mundo, a los ojos de ese niño explotado y maltratado: “El siglo que genera inteligencia artificial y diseña existencias multiplanetarias aún no ha asumido la lacra de la infancia humillada, explotada y herida de muerte. Reflexionemos sobre esto”.

Por eso, el deseo para este 2025 del Papa es que el Señor abra nuestra mente y nuestro corazón al cuidado de cada niño y niña del mundo para que reciba el amor que merece.

Con la presencia de Mons. José Ignacio Munilla acompañado de 140 jóvenes del Colegio Diocesano de Santo Domingo de Orihuela.
Incluye la representación de un grupo africano de circo y el saludo de Mons. Munilla al Papa