Un alumno de el Seminario Menor de la Archidiócesis de Toledo nos acerca a la figura de San Francisco Marto (1908-1919), uno de los tres niños a quienes se apareció la Virgen en Fátima. Su vida y su muerte, colmadas de sobrenaturalidad, son modelo hoy para pequeños y mayores.
A través de los pastorcillos de Fátima, la Virgen nos muestra el camino de la paz en el mundo: la conversión a Dios, la oración, el Rosario y el ofrecimiento de la propia vida. ¿Querrías tú, como S. Francisco Marto, abrir la tierra al cielo? Los sacerdotes lo hacen cada día trayendo al Altar a “Jesús escondido”, como le gustaba llamar a S. Francisco Marto a la Eucaristía.