Teo ha llegado refunfuñando porque le han mandado en casa arreglar un juguete de su hermano que él estropeó. Como no consigue arreglarlo, se ha rendido del todo y le ha dicho al Padre Rafael que no piensa intentarlo más. Para animarle, el Padre Rafael le cuenta la historia de Thomas Edison, el inventor de la electricidad. Teo queda convencido de volver a intentarlo. A lo mejor, un día, llega a ser un gran inventor.