Hoy Teo está impresionado por lo que le ha sucedido en el cole. Como su amigo Miguel no compartió con sus amigos todas las chocolatinas que tenía, al final se le estropearon en la mochila. El Padre Rafael le explica ese refrán que dice que «la avaricia rompe el saco», contándole la historia del hombre avaricioso y su borrico. El ansia de ganar más dinero, le llevó a perder lo más valioso que tenía.