Adviento viene del latín adventus, que se traduce como presencia o venida, pero venida de una persona para acogerla y compartir con ella. Aunque lo que se vive en todo el mundo a fin de año, son periodos de cierre, exámenes finales, actividad plena y frenetismo la Iglesia Católica propone exactamente lo opuesto, se inicia el año litúrgico, un periodo de preparación, de silencio y reverencia con motivo del nacimiento de un niño que quiere nacer en nuestro corazón para salvarnos, purificarnos y darnos vida, para que la tengamos en abundancia.