Viernes 29 de enero de 2016
¨No nos permitían llorar, pero yo pensaba en mi madre, pensaba en que se preocupaba por mí y lloraba en silencio”, son las palabras de Nasir, un niño de doce años que estaba condenado a morir como “suicida” bajo las órdenes del Estado Islámico (ISIS), pero logró escapar y ahora se encuentra en un campo de refugiados en Irak.