El Papa Francisco intervino públicamente para frenar una acción militar americana en Siria y en privado para restablecer el diálogo entre Cuba y Estados Unidos. Ahora uno de sus grandes retos es poner freno al extremismo islámico.
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El Papa ha pedido a los líderes musulmanes de todo el mundo que condenen la violencia yihadista y que trabajen en buscar soluciones.
En el Vaticano también aumentó el número de encuentros interreligiosos, como este organizado por el Pontificio Instituto de Estudios Árabes y de Islamística. En él expertos y diplomáticos están reflexionando sobre cómo mejorar la relación entre el Islam y el mundo.