A los 85 años falleció el cardenal checo Miloslav Vlk, quien fue arzobispo de Praga desde 1991 hasta el 2010.
Era uno de los pocos cardenales que vivieron los años más duros del comunismo. Se ordenó en 1968 y tuvo que vivir como sacerdote de forma clandestina. Para evitar sospechas trabajó como limpiador de cristales.