Al terminar la intensa jornada del viernes 29 de julio en Polonia, el Papa Francisco se asomó de nuevo al balcón del arzobispado de Cracovia.
Resumió este viernes como un "día de dolor”. Por la mañana visitó el campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. Por la tarde un hospital infantil con muchos niños gravemente enfermos y también compartió con los jóvenes el rezo del Via Crucis...