En el ángelus del pasado domingo 30 de diciembre, el Papa pidió oraciones por la República Democrática del Congo, que celebró unas elecciones históricas el domingo después de años de aplazamientos. Debido al brote del ébola prohibieron que al menos un millón de personas votaran, algo que parece ser un fraude electoral. Los obispos piden paz y calma para evitar más muertes en las protestas. El Papa también reflexionó sobre el Evangelio del día, cómo Jesús desapareció durante tres días. El Papa mencionó dos elementos de esta experiencia: la angustia y el asombro.
Como era la fiesta de la Sagrada Familia, saludó a todas las familias que había en la plaza. Luego pidió oraciones por todas las familias del mundo, especialmente por las que no tienen ni paz ni armonía.