El papa Francisco pidió el su catequesis del miércoles 23 de agosto, no caer en la tentación del pesimismo ante los problemas de la vida cotidiana y de la sociedad, porque Dios siempre ayuda a las personas. Aseguró que hay dos actitudes en la vida: ser personas de primavera, que viven esperando el fruto, o ser personas de otoño, grises porque viven en la nostalgia de mirar sólo hojas secas.
Antes de marcharse el Papa recordó a los damnificados por el terremoto en la isla italiana de Isquia, que ha provocado dos muertos y ha dejado sin casa a unas 2.600 personas.