El Papa llegó una hora y media más tarde de lo esperado al aeropuerto Enrique Olaya de Medellín debido al mal tiempo. Pero ni la espera ni la lluvia consiguieron apaciguar los ánimos del millón de colombianos que lo esperaban allí. Antes de comenzar la misa, se disculpó por el retraso.
Centró su homilía en el importante papel de los discípulos, las pautas para ser un buen discípulo: ir a lo esencial, renovarse e involucrarse...