Durante la audiencia general el Papa recordó que anoche regresó después de cuatro días de viaje a los Países Bálticos, que cumplían 100 años de su independencia.
“Son pueblos que bajo el yugo nazi y también soviético, sufrieron mucho”, recordó el Papa. “Ahora que gozan de libertad mi misión fue anunciarles nuevamente la alegría del Evangelio y la revolución de la misericordia y de la ternura, porque para darle sentido y plenitud a la vida, además de la libertad, es indispensable el amor que viene de Dios”, añadió.
Francisco dijo que honró “a las víctimas del genocidio judío en Lituania”. El Papa visitó el gueto de Vilna que en dos años pasó de contar con 57.000 habitantes a sólo 2.000.