Un año más el Papa Francisco presidió la misa por la Solemnidad de la Epifanía del Señor, una ocasión en la que se recuerda especialmente la gesta de los Tres Reyes Magos en busca del Niño Dios.
Ellos representan a todas las personas, dijo el Papa durante su homilía. Francisco también explicó que Dios vino al mundo para todos, pero no lo hizo entre los poderosos o para brillar más que ninguno sino que escogió la humildad, el mismo camino que debe seguir la Iglesia.
El Papa insistió en que para encontrar la luz de Dios es necesario no quedarse parados como los escribas cosultados por Herodes, que sabían dónde había nacido el Mesías pero no se movieron.
Por último, el Papa invitó a hacer un regalo a Jesús en Navidad, no solo a regalarnos entre nosotros. Dijo que el oro, el incienso y la mirra son buenos presentes. Es decir, el oro que significa colocar a Dios en primer lugar; el incienso de dedicar tiempo a la oración; y la mirra para curar las heridas de quienes más sufren.