A pesar de la lluviosa mañana del miércoles 10 de abril, los peregrinos concurrieron numerosos a la plaza de san Pedro.
El Santo Padre prosiguió con su serie de catequesis sobre el Padrenuestro, adentrándose en “el campo de nuestras relaciones con los demás”, pues, como él mismo dijo, tras pedirle el pan de cada día, Jesús nos enseña a pedirle al Padre el perdón por nuestras ofensas: «Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden»(Mt 6,12).