El Papa ha dicho ahora “con autoridad magisterial” que esa reforma es “irreversible” y ha pedido que se eviten “aplicaciones parciales o prácticas que la desfiguren”.
Papa Francisco:
“La tarea de promover y custodiar la liturgia, según el Derecho, es de la Sede Apostólica y de los obispos diocesanos, en cuya responsabilidad y autoridad confío en este momento”.
La reforma litúrgica realizada en 1963 por el Papa Pablo VI hizo posible una mayor participación de los católicos en la Misa.
Pero algunos sectores la aplicaron de un modo abusivo y superficial que parecía banalizar la Eucaristía. Esos abusos llevaron a muchos a mirar con sospechas a la reforma.
Ahora que han pasado los años y se han calmado las aguas, el Papa pide a todas las sensibilidades que apliquen realmente la reforma, y que profundicen en su significado.