Letonia es un país de mayoría luterana, pero el gobierno declaró que la visita del Papa fuera un día festivo para que muchos pudieran verle y escucharle. Su primer encuentro religioso fue en esta catedral luterana, donde participó en una oración ecuménica con protestantes y ortodoxos.
El arzobispo luterano de Riga le explicó que los 50 años bajo el yugo soviético que impuso el ateísmo ayudaron a que protestantes y católicos re-descubrieran las raíces comunes.
Luego, rezaron juntos acompañados del coro.