El sábado, el cardenal y el nuncio fueron a la parroquia de la Divina Misericordia para rescatar a 100 estudiantes que durante toda la noche fueron atacados por paramilitares. Uno de los jóvenes falleció. Y sus compañeros los despidieron con el himno de Nicaragua. Durante horas muchos rezaron para que no pasara lo peor. Y en la parroquia quedaron las huellas de lo ocurrido...