La nueva embajadora de Nicaragua, Esther Margarita Carballo, entregó al Papa sus cartas credenciales y presentó a su familia durante su primer encuentro.
Entre los regalos que llevó a Francisco no pasó desapercibida una hamaca.
Se podría decir que es una diplomática muy en línea con el pensamiento ecológico del Papa. Es bióloga. Tiene 64 años y tiene una larga experiencia en ámbito universitario. Su país, de hecho casi no se adhiere a los acuerdos de París sobre el clima por considerarlos demasiado “débiles”.