El viaje del Papa a Myanmar tiene lugar en un momento de fuertes tensiones internas dada la persecución a los rohinyás, la minoría musulmana de la región de Rakáin. Sin embargo, otros grupos de población birmana también se encuentran en riesgo, como los refugiados víctimas de la guerra civil, de mayoría católica.
Myanmar es un lugar de convergencia de distintas religiones, etnias y culturas. Y esta imagen de unidad es la que la sociedad sueña con recuperar.
Nicodemus Aye, que ha puesto música a la canción oficial por el viaje del Papa, dice que espera que la visita del Papa ayude a reflexionar sobre las actitudes que están agravando la situación.
Myanmar cuenta con 52 millones de habitantes. De ellos, unos 450.000 son católicos.