Los obispos del Sínodo están buscando respuestas a los desafíos de las familias. Un trabajo para el que, además de sus propuestas pastorales, cuentan con la experiencia vivida en sus familias. Recordar las dificultades y las alegrías de su propio hogar les ayuda a afrontar con perspectiva los nuevos desafíos.
Los obispos señalan que la familia es la mejor escuela de formación humana y cristiana. Algunos recuerdan que allí aprendieron las lecciones más importantes de su vida.