Monseñor Antoine Audo es obispo de Alepo, la ciudad que durante 4 años ha estado partida en dos y ha sido el escenario de cruentos combates.
Ha permanecido allí sufriendo codo con codo junto a la población. El obispo católico caldeo de Alepo es también presidente de Caritas Siria. Visitó Roma para agradecer los esfuerzos humanitarios que, si bien son muchos, aún no son suficientes en comparación con la necesidad de un país destrozado por casi 7 años de guerra.